Por Armando Salazar
SAN SALVADOR - Benjamín Valiente Álvarez, “Juan Ángel”, fue un salvadoreño
ejercitado en periodismo que llegó a integrarse a la guerra con Radio Farabundo
Martí, en La Montañona
de Chalate en marzo de 1982.
Mincho, fue un pequeñoburgués, como se decía entre
revolucionarios. Bachiller del Externado San José, poeta, perico basketbolista
y le hacía muy bien a la guitarra. Le gustaba escarbar las letras de Mario
Benedetti y ensimismarse en la música de James Taylor. También tuvo que salir
del país ante la cacería de los "Escuadrones de la Muerte ", de la
ultraderecha.
Al Frente Norte Apolinario Serrano asomó “ajilado” con sus inocentes botines
“kickers”, pateando las zonas rurales en guerra cruzadas por veredas más
empedradas que el camino al infierno. Mincho procedía de la agencia de prensa
Salpress, en México.
Llegó en esos fríos días a uno de los campamentos más
secretos de las FPL: La
Farabundo , hija legítima de La Montañona , que en su
interior era un torbellino diario de tecleos de máquinas, de grabadoras y
soldadores de estaño. La radio estaba recién nacida entre pinos y robles. De
buenas tazas de café… y
un corazón latiente, que se dispuso compartir los hechos de los hombres sencillos lanzados a hacer una revolución nacional desde sí mismos.
un corazón latiente, que se dispuso compartir los hechos de los hombres sencillos lanzados a hacer una revolución nacional desde sí mismos.
Juan Ángel fue el primer muerto que tuvo La Farabundo en el equipo
de producción, un 12 de Noviembre. No tenía un mes en el campamento de la
radio, cuando se inauguraba con una operación del ejército. No todos conocimos
los tatús donde se guardaron los equipos de la radio. Hecho el secreto, bajamos
los zarzales de La Montañona
hacia El Jícaro con temores por lo desconocido. Los oscuros helicópteros
sobrevolaban nuestras cabezas desembarcando tropas y pertrechos en Las Vueltas.
Algo dejamos ver a algún piloto en el cruce del puente sobre El Tamulasco y las
ráfagas de las ametralladoras picaban el jaraguá que nos ocultaba.
La radio calló por primera vez. Exhaustos, llegamos al anochecer a La Laguna Seca , donde nos esperaba
la real marcha primigenia. Los proyectiles de morteros 120 y de los obuses 105 mm seguían “resorteando”
en La Montañona.
Habíamos salido del cerco. Jacinto, que era de Logística, nos
compartió un poco de café y azúcar, además de buenas carcajadas por los sustos
recientes, chistes y pláticas sobre música y “pasaditas” iniciales en la
guerra.
Unos 10 mil soldados habían ingresado a la zona. Esa misma noche, junto con las
escasas unidades guerrilleras (hacía poco, ya no estaba Tamba Aragón), con la
serenidad de Dimas y Chamba Guerra, partimos en una marcha-guinda bajando a
Guarjila y San Antonio Los Ranchos.
Las instrucciones eran precisas: no quedarse, no alumbrar, no hacer bulla ni
platicar. En la oscurana, los vergazos en las veredas y barrancos se escuchaban
a cada rato. Era la primera vez besando la noche sólo con el tacto de los pies.
Las sigilosas grandes puteadas se impregnaban en la oscuridad. Horas y horas en
marcha. Nunca terminábamos de llegar a un lugar, cualquiera, un destino. Al par
de días, los helicópteros nos apretaban a ráfagas en Los Amates, mordisqueando
los adobes en las casas de las riberas del Sumpul.
Hambrientos como nunca y con suerte, alcanzamos para la moronga: sangre de vaca
desperdigada, hervida en los tilosos peroles campesinos abandonados. Otro día
fueron tortillas de maicillo: tortillas negras, chancas, hechas mierda, porque
no había cal.
En esos días, con Juan Ángel compartimos “Inventario 70” de Mario Benedetti (libro
que me negaba a dejar entatuzado). Doy fe que los “urbanos”, lo leíamos, al
tiempo que fuimos obligados en la “guinda” a usarlo, “al más no haber”, después
de hacer nuestras necesidades animales. Antes de usar sus hojas, leíamos los
poemas con mucho respeto y sin nostalgia.
Las costumbres de nosotros los “urbanos” fueron poco a poco, literalmente,
quedando en las veredas chalatecas, bajo los ametrallamientos y bombas de
helicópteros y aviones. Sin embargo, había algunas identificaciones que
conservábamos. Mientras la radio provincial chalateca le encantaba poner “Una
mosca pegada en la pared… en la pared”, con Haroldo, Juan Carlos y Ricardo
escuchábamos a Rubén Blades, con su ejemplar tonada “Ligia Elena… la cándida
niña de la sociedad... se ha fugado con un trompetista de la vecindad”.
Al poco tiempo llegó la orden del mando para el retorno. Cada uno de La Farabundo , como muchos,
teníamos que cargar un saco de balas para uso de los pelotones de las UV. De
las planicies de Los Amates marchamos hacia el Cerro La Bola , en el morro de San José
Las Flores. Juan Ángel retaba y puteaba la canción de Silvio Rodríguez en la
que cambiaría su guitarra por un “saco de balas”.
Pasados los meses y mientras Juan Ángel, el “pequebú”, recién aceptaba
compartir la vida con las pulgas y los murciélagos al pié del Eramón, nos llegó
otro operativo del Belloso. Esa noche, recuerdo, se anunció la muerte de Leonid
Brezhnev, en noviembre de 1982. En la zona, no estaban los pelotones
guerrilleros, solo la “guerrilla local”, que era más indisciplinada y locuaz
que una fiesta de pueblo.
Tardamos la noche y la madrugada entera en cruzar el Río Lempa, llegando a la
boca de una quebrada al pie del Cerro Talpetate de Cabañas. Con los calcetines
y botas llenas de agua y arena, Juan Ángel se descalzó… y un primer disparo de
fusil checo de un paramilitar perforó la frente del compañero de la posta. En
el desparpajo, Juan Ángel se desconectó del grupo. Contaron los lugareños que
vieron un cuerpo al norte de la
Presa 5 de Noviembre. En ese entonces, el padre de Mincho era
el presidente de la CEL.
A los días, iniciábamos el regreso al campamento por las pedregosas riberas del
Río Lempa. Nunca olvidaremos que escuchábamos en la radio aquella canción de la
banda Grand Funk Railroad: “I’m your Captain... I’m getting closer to my home”,
cuando habíamos perdido a un pequeñoburgués, revolucionario, que entregó su
vida por los descalzos de este país.
Que diria ahora el pequebu... al saber que la radio fue vendida???
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